Hoy te quiero compartir una rica receta de torrijas, de esas que no pueden faltar en la Semana Santa española, hechas con vino dulce, leche y almíbar de miel con un resultado extraordinario que hará que todos quieran repetir una y otra vez.
Para esta rica receta de torrijas caseras de vino hemos empleado vino moscatel, pero puedes usar el vino de tu preferencia, o sencillamente el que tengas en casa; ya sea vino blanco o vino tinto, con cualquier vino conseguirás una deliciosas torrijas.
En este blog encontrarás otras recetas muy típicas de la Semana Santa española, como el potaje de garbanzos y espinacas, o los buñuelos de bacalao, y qué tal un rico bacalao con tomate.
Desde aquí podrás ver en vídeo como preparamos esta fácil y rica receta de torrijas de vino y leche.
Ingredientes para torrijas de vino dulce y leche con almíbar de miel
Para 8 - 10 torrijas
Pan para torrijas, o pan del día anterior
250 ml vino moscatel, o cualquier tipo de vino
3 clavos de olor
1 trozo de canela
50 g de azúcar
Piel de naranja
380 - 400 ml leche
Ingredientes para freír y para el almíbar
2 huevos
Abundante aceite para freír (de girasol, o de oliva sabor suave)
agua
vino moscatel
miel, o azúcar
La cantidad de leche y vino para remojar las torrijas puede variar según la dureza del pan
¿Qué pan se usa para hacer torrijas?
Qué pan usar y cómo cortar el pan para hacer torrijas
Para hacer torrijas podemos emplear una barra de pan normal que tenga la miga bien consistente, preferiblemente, o pan especial para torrijas. Al pan para torrijas también se le conoce con el nombre de pan bomba y se caracteriza por su miga consistente y su corteza blanda.
Podemos cortar el pan de forma sesgada y del grosor de nuestra preferencia, más o menos dos o tres centímetros; esto depende del gusto. Si prefieres hacer unas torrijas pequeñas puedes cortar el pan en forma horizontal y algo más estrecho.
A continuación vamos a disponer el pan en una, o varias fuentes hondas para que se pueda empapar bien de los ingredientes líquidos.
Cómo hacer torrijas caseras de vino dulce y leche con almíbar de miel
Para empezar vamos a medir 250 mililitros de vino; yo voy a utilizar vino moscatel, pero puedes utilizar cualquier otro tipo de vino; el de tu preferencia, o sencillamente el que tengas en casa.
En una cazuela apta para el fuego vamos a dejar el vino, añadimos el azúcar, la canela la partimos en trozos pequeños para que así suelte mejor su aroma y su sabor , los tres clavos de olor y la piel de naranja; al quitar la piel debemos tener cuidado de no quitar la parte blanca. Todos estos ingredientes los vamos a dejar hervir durante 2 minutos, a fuego medio.
Pasados los dos minutos apagamos el fuego, tapamos la cazuela y dejamos reposar hasta que el vino se enfríe; así se mezclarán todos los sabores y los aromas de los ingredientes.
Una vez frío el vino, lo vamos a filtrar con ayuda de un colador, para que no se vaya a pasar ningún resto de canela o de cualquiera de los ingredientes que hemos utilizado ¡Te puedo asegurar que huele delicioso!
Al vino le añadimos la leche y mezclamos bien.
El pan lo vamos a regar con la mezcla que hemos preparado, debe quedar bien empapado
para que las torrijas queden jugosas.
Después de unos 15 a 20 minutos le damos la vuelta a las torrijas para ayudar a que se impregnen bien del líquido.
Es importante dar la vuelta a las torrijas con frecuencia. Cuanto más tiempo estén las torrijas en remojo muchísimo mejor, así absorberán todo el líquido y quedarán muy jugosas.
En una sartén vamos a poner abundante aceite, yo voy a utilizar aceite de girasol, pero puedes utilizar aceite de oliva sabor suave, o una mezcla de los dos.
Al aceite le ponemos unos pequeños trozos de piel de naranja para aromatizarlo.
La temperatura del aceite para freír las torrijas debe ser media media-alta.
Cuando vemos que el pan está bien empapado dejamos las torrijas sobre una rejilla para que se escurra todo el exceso de líquido que puedan tener.
Por otra parte, vamos a batir 2 huevos. Estos los utilizaremos para rebozar las torrijas.
A continuación dejamos el pan en el huevo batido, dando la vuelta para que se impregne bien por todos los lados.
Vamos a dejar las torrijas en el aceite caliente para freírlas, retirando el exceso de huevo para evitar que se oscurezca el aceite, así nos puede servir para otra fritura.
De vez en cuando vamos revisando las torrijas y si vemos que ya están doradas por un lado les damos la vuelta.
No es conveniente freír las torrijas con aceite muy caliente porque éste se puede quemar; especialmente cuando caen restos de huevo en el aceite es muy fácil que se queme.
Cuando las torrijas entran en contacto con el aceite caliente y se inflan es porque han absorbido bastante líquido; eso nos indica que vamos a tener unas torrijas muy jugosas.
Una vez las torrijas se han dorado para ambos lados retiramos el exceso de aceite, las dejamos escurrir bien antes de sacarlas y dejarlas en un recipiente o la fuente que vayamos a emplear para conservarlas.
Cómo hacer almíbar de miel para torrijas
En una cazuela voy a poner 125 mililitros de agua, 150 mililitros de vino moscatel y miel; entre 120 a 150 mililitros de miel, la cantidad depende un poco del gusto de lo dulce que te gusten las cosas, si quieres ponerle algo más también lo puedes hacer.
Si no tienes miel no hay problema, puedes reemplazar la miel por azúcar. Esto lo llevamos a fuego medio, lo dejamos hervir más o menos unos 15 minutos hasta que el almíbar reduzca.
De vez en cuando podemos retirar la espuma que se va formando. Cuando vemos que el almíbar se ha reducido bastante lo retiramos del fuego y dejamos enfriar.
Con el almíbar frío, o algo templado vamos a regar las torrijas.
Si no quieres hacer las torrijas con almíbar tienes la opción de rebosarlas en azúcar y canela; a mí particularmente me gustan con almíbar porque concentra más el sabor, además así, también se mantienen más tiempo jugosas.
Si las guardemos en un taper, siempre cogeremos de las torrijas que estén abajo, las más pegadas al almíbar.
¡y ahora ya puedes empezar a disfrutar de estas ricas torrijas, típicas de la Semana Santa española!
Puedes servir las torrijas frías, calientes o templadas y si deseas las puedes acompañar de helado de vainilla ¡Te quedarán de infarto!